Ella presente, él calla

Asumió ayer como presidente del partido Justicialista y tuvo su primera decisión como tal al ceder el micrófono en manos de la militante más importante, la compañera presidenta de la Nación.

Cristina y Nestor Kirchner (Foto de Infobae.com)

Durante los últimos días se hablaba de sus palabras. Todos, partidarios, indiferentes y claros opositores con pelos en la espalda escucharían un discurso de barricada y dirigido al pueblo peronista. Con tal de oír a quien ven como mandamás del país, estaban dispuestos a mirar para otro lado cuando sonarán la marchita.

Todo empezó como siempre. Poco a poco fueron llenando los espacios del estadio, de un lado militantes con banderas, casacas, gorros y del otro, dirigentes sindicales, gobernadores, legisladores, ministros. Cada uno sabía el lugar que ocupar en ese acto, cada uno conoce la importancia geográfica. Donde van las cámaras, hacia donde caminarán los presidentes, a quienes saludan, a quienes miran. Todos conocen y se mueven como en su salsa dentro del estadio. Están las zonas VIP, las zonas para prensa, para invitados especiales, para funcionarios, están los dueños del poder por un rato -el personal de ceremonial que controla el acceso a las mejores zonas-. Por unas horas se ve mendigar a ministros y gobernadores. Del otro lado de las vallas están ellos, los verdaderos hacedores de un acto peronista, los compañeros. Llegan en micros, camionetas, trenes y caminando, pero llegan. A veces está la familia entera, a veces están los muchachos con sus compañeros de sindicato, compañeros de planta en la fábrica, pero están. Son los que saben la marcha entera, los que la cantan con entusiasmo y sentimiento. Son los que callan a los muchachos del bombo cuando hablan los dirigentes. Son los que con sus brazos en alto y la V de la victoria cantan, casi gritan, el final del himno nacional. Lagrimas en los ojos, recuerdos de amigos que quedaron en la lucha, recuerdos de cuentos de sus padres o abuelos, sueños de un país mejor para los pibes, oh juremos con gloria a morir pone la piel de gallina a cualquiera presente en un acto así.

Llega el momento de empezar, hablan los que tienen que hablar. Un pibe que había sido apropiado por la dictadura y recuperó su identidad hace 3 años, dos nuevos vicepresidentes del partido, uno gobernador y el otro secretario general de la CGT. El acto venía con todo. El peronismo mostraba su mejor cara. Los discursos de tono respetuoso y amplio. Estaba presente en el escenario la presidenta de la Nación, es compañera, pero es la presidenta. Todo listo para que el nuevo presidente del partido hablara. Imaginamos en campos a peones ante una TV y patrones ante otra, por distintas razones, pero todos querían oírlo. Solo dijo: «Me permito invitar a nuestra compañera presidenta a que nos dirija la palabra».

La lectura

La Argentina es un país con un sistema presidencialista, donde la figura del presidente de la Nación es central. Su poder para gobernar debe ser fuerte y ejemplos recientes de esta necesidad sobran. Es conocer esto la razón principal de opositores al hablar de cogobierno.

En el acto de ayer no estaba previsto que hablaran los dos, pero por otro lado era muy raro que ella solo acompañara a su marido al acto, siendo quien es. Por otro lado la posibilidad de oír los dos discursos planteaba un problema de contenidos: ¿Ella hablando al país y él al partido? ¿Cuál de los dos habló más tiempo, cuál fue más aplaudido, etcétera.

Uno solo debía hacer uso de la palabra. Es el ex presidente una de las principales figuras de la política nacional, y es desde ahora titular del principal partido político del país y partido político de la actual presidenta de la Nación. Su total y público apoyo al gobierno es central. Ayer dijo claramente que el partido que preside está al servicio de la presidenta. Dijo a propios y ajenos que el partido Justicialista respalda, con todo lo que ello significa, al plan económico. Dijo, con su silencio.

Ayer, quedó claro que se está trabajando en serio en este país. Que las opiniones del ex presidente son las opiniones del líder del principal partido político. Que donde manda capitán no manda marinero. Si está ella, él calla.

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