Instrucción Civica. Del 14 al 22.

El país está compuesto por el territorio y sus habitantes. Para administrarlo existe un gobierno. Administra el Estado. Ese gobierno está formado por tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El Ejecutivo es unipersonal (artículo 87, CN) y es el jefe supremo de la Nación, JEFE DEL GOBIERNO y responsable político de la administración general del país (artículo 99, inciso 1, CN). Es el Presidente de la Nación Argentina. Es elegido directamente por el pueblo y dura 4 años en su cargo y podrá ser reelegido por un solo período consecutivo (artículos 94 y 90, CN)

Gobernar es proponer y resolver. Ni las propuestas ni las resoluciones conforman a la totalidad. Siempre hay beneficiados y perjudicados. La diferencia de fondo entre los gobiernos está en las prioridades a la hora de proponer y resolver. Por lo general está íntimamente ligada la prioridad y la resolución a quien fue mayoría a la hora de imponer un gobierno. Esto es una obviedad que no merecería citarse, pero citada está.

Cuando un gobierno gobierna según sus electores y respetando sus propuestas de campaña suele ser criticado por quienes votaron por otra opción.

Cuando un gobierno resuelve en beneficio de unos e inevitablemente en perjuicio de otros es naturalmente criticado por quien se vió perjudicado. Por ejemplo: cuando se cerraron fábricas durante los 90 en la Argentina, hubo grandes sectores de desempleados que salieron a pedir por sus vidas, las de su familia, las de su pueblo. De hecho surgieron los piquetes. La razón de estos estuvo dada por la imposibilidad de acceder a un medio de comunicación masivo, de mantener reuniones con los secretarios, ministros y menos aun el propio presidente. Necesitaban que la sociedad los escuchara. Ni siquiera estaban representados por los sindicatos, pues eso está reservado a los asalariados y estos habían dejado de serlo.

Cortaron rutas. Se los conoció como piqueteros. Hacían piquetes, claro. Movilizados por la falta de trabajo, plata y posibilidad de conseguirla, por lo tanto falta de alimento, acceso a la salud, vivienda, educación, dignidad. Los argentinos estábamos violando la Constitución Nacional (artículo 14 bis). Mirábamos para otro lado. El 1 a 1 nos permitía viajar por el mundo. Solo reclamábamos que no se violara la Constitución. Pero no por la evidente violación al 14 bis, pues ningún abogado cita el artículo que le da la razón a la otra parte, sino el que ayuda a su estrategia de defensa, reclamábamos por el cumplimiento del artículo 14, que tanto más útil a nuestros intereses es.

El tiempo pasa y las peleas se repiten. El tiempo pasa y los argumentos se repiten. El tiempo pasa y siempre son los mismos los que dicen las mismas cosas.

La repetida y disparatada frase, no quiero decir estúpida: Por qué vienen a separarnos, a sembrar cizaña entre los argentinos, si todo estaba bien!

¿Qué es lo que estaba bien? El 30% del país no tiene acceso al alimento y el 40% está bajo la línea de pobreza (citando las cifras más optimistas).

Apegado a la Constitución Nacional me remito al artículo 22: El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.

Los piqueteros de hoy, los señores del campo, reclaman por un cambio en la política de retenciones y están en todo su derecho de hacerlo. Peticionar ante las autoridades es un derecho dado por la Constitución en su querido artículo 14. Cortar rutas para ser escuchados es utilizar un medio extremo que se permitió cuando lo que se solicitaba era el derecho a la vida. En este caso tal vez sea abuso de un derecho, pero eso será materia para otro análisis. Ahora, desabastecer ciudades, dejar sin alimento a hospitales, colegios, guarderías, comedores comunitarios, dejar sin alimento a la población, tirar la leche, tirar la carne, es una extorsión inadmisible. Sostener que se hace lo que pide, lo que una reunión de personas, atribuyéndose los derechos del pueblo y peticionando en su nombre, pide, es un delito, delito de sedición.

Los piqueteros de hoy dejaron de ser productores agropecuarios peticionando a las autoridades y pasaron a ser delincuentes.

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